RK LILLEY ......Lana

Se llevó la mano a la parte posterior de mi cabeza, agarrandome el pelo con fuerza.

Le envié una mirada de sorpresa, pero su rostro no dejaba ver nada, con los ojos en la carretera mientras se ponía a la izquierda en el camino privado que llevaba a su casa. 

 Empezó a besarme en cuanto abrió la puerta, empujandome contra el lado de su coche.   Tiró de mi falda,levantandome contra él. Envolví mis piernas alrededor de su cintura, y él gimió.   Era un sonido de aprobación desde lo más profundo de su garganta. 

Él utilizó el peso de sus caderas para alzarme en el coche, y utilizó ambas manos para tirar de la parte superior de mi vestido hacia abajo.  Arrastró su pesada excitación contra mí todo el tiempo, haciéndome gemir.   Estábamos en la entrada de su casa, en vista de sus vecinos, si les importaba que mirar, pero no podía llamarle la atención, ni siquiera un poco.   Incluso si hubiera sido a plena luz del día en lugar de dos y media de la mañana, yo dudaba de que lo hubiera rechazado.  Había sido siempre suya para tomarme. En  Cualquier momento y lugar. 

  "Dijiste que nunca me podrías decir que no," dijo con voz ronca, desabrochando el cierre frontal de mi sujetador.  

  Mi única respuesta fue un gemido cuando amasó mis globos pesados.   Él se quitó su propia camisa de vestir, arrancando más botones de los que terminó por desabrocharse en su prisa.   Me aparto del coche, fusionando nuestros pechos desnudos juntos. 

  "¿ A que Te refieres , cuando dijiste eso?"  

 Sentí su mano por debajo tocandome , y luego su erección presionando contra mí.   Apartó el pequeño trozo de encaje que era su única barrera, hundiendose en mi en un instante.  Me levantó con las manos en mis caderas, abriendome ya lo suficientemente para facilitar su progreso.   Se enterró hasta la empuñadura, pero no empezo a empujar de inmediato, sosteniéndose ahí, tan imposiblemente muy dentro de mí. 

   

 Él utilizó sus dos brazos para abrazarme firmemente contra él cuando comenzó a caminar, moviendo a su puerta ahora que se había enterrado a sí mismo dentro de mí.

 Yo estaba perdida, cada paso enviaba ondas de placer insoportable directamente a mi centro.   Mis muslos estaban bien envueltos alrededor de sus caderas.   Cuando usó una mano para abrir la puerta principal, me froté contra él, arrastrando mis pezones contra su pecho, mi sexo le apretaba moviendome contra él.   Él gimió, embistiendo en mí con fuerza con el mismo movimiento que utilizó para cerrar la puerta detrás de nosotros.   Él tiró de mí con una lentitud insoportable, embistiendo de nuevo mucho más duro y más rápido, saliendo lentamente de nuevo, arrastrando su polla gruesa en contra de todos los lugares correctos. 

 "Más rápido, Akira, quiero que me folles duro y rápido", le dije en una respiración entrecortada.   Quería volverlo loco.   Funcionó. 

  Me agarró las caderas y se balanceó hacia mí.   Me golpeó contra la puerta cerrada como si su vida dependiera de ello, mis uñas rastrillando su espalda mientras gritaba su nombre.   Era casi doloroso, con su enorme circunferencia, pero  me encantaba.

  " Esto es el paraíso.   Te llevaste mi paraíso contigo cuando te fuiste, Lana, "dijo con voz ronca al oído.   

Las palabras me llevaron al límite, y grite su nombre cuando me vine.  Siguió, enterrando su cara en mi cuello mientras se estremecía contra mí. 

  Me sorprendió al morder mi cuello mientras los estremecimientos disminuyeron.   Grité por la sorpresa.   "Voy a darte tantos orgasmos  que estaras demasiado cansada para pensar en irte  de esta roca," gruñó en mi oreja